viernes, diciembre 08, 2006

Narraciones de la Mística Urbana VIII


Amor, Disolución de Amistad

Estoy ebrio. Visión borrosa, confusa e indiferenciada. La realidad se deforma. Mi subjetividad se apodera de la realidad. Mi racionalidad se ha suspendido. La intuición se ha apoderado de todo buen juicio. Funciono por impulsos, instintos. Soy primario. Primitivo. La racionalidad que a veces tanto odio se atenúa. Ahora todo es más claro y distinto.

Tenemos tiempo sentados. Uno frente al otro. Platicando, escuchándonos, riendo. Los varios vodka tonics nos han relajado. La compañía cada vez es más fluida. Hemos perdido noción del tiempo. Más alcohol y perderemos sentido de la responsabilidad. Otro tanto y dejaremos de pensar del todo. Entonces, seremos sinceros. Honestidad.

En realidad he disfrutado la tarde. Ahora ya es de noche. Una simple comida entre amigos. El alcohol nos hace más íntimos. Corremos riesgo de suprimir tal amistad. Te veo. Pienso en lo mucho que puedo platicarte y tú lo dispuesta a escucharme. No necesito impresionarte con temas snob. La plática va del sin sentido a lo absurdo. Por eso es tan inteligente.

Estás ahí. Siento una atracción hacia ti. En realidad estoy haciendo consciente tal atracción. Siempre había estado ahí. Subyacente a mi racionalidad. Obstáculo de mis deseos. Quiero besarte. Eres mi amiga. No puedo arriesgar una amistad por un desenfreno de sensualidad. Pretexto por alcohol. En realidad. Ya no quiero que seas mi amiga. En realidad quiero tenerte. Tampoco quiero que me consideres tu amigo. Ahora seremos pasión. Seremos más. Ya no es un simple deseo. Ahora en verdad quiero besarte. No es el alcohol. No es falta de juicio. Quiero estar junto a ti. Besarte y saber que sientes lo mismo.

¿Robarte un beso? Sería cobarde. No lograría mi objetivo. Me decido. Pretendo decirte mi sentir. Decirte que te deseo y ahora te necesito. No sólo para hoy. Para mañana y días después. Ojala al infinito. Estoy creando fantasías. Pensando de más. Extrañamente el alcohol me ha hecho pensar de más.

Me he quedado mucho tiempo callado. Lo sospechas. Me conoces demasiado. Intuyes lo que pienso. Me encanta que me conozcas tanto. Me causa seguridad. Confianza. ¿Qué piensas?- Sabes lo que pienso, pero quieres oírlo. Quieres escuchar que te deseo. Lo mucho que me importas. La tanta necesidad que me causas. Deseas escucharlo. Me causa cierta certeza. Creo piensas lo mismo. Te contesto – Me gustas, quiero besarte, estoy enamorado – no me da miedo tu respuesta. Somos amigos. Jamás nos haremos daño. Nunca nos mentiríamos. Siempre estaremos el uno para el otro. Me ves fijamente. Intentas posar toda tu mirada en mis ojos. Lo siento, se te ha olvidado que somos amigos. Conozco todas tus debilidades. Sé cuando mientes. Sé cuando estás insegura. Sé lo que sientes sin que me lo digas. Sabes que lo sé. Sigues mirando. Pones aquella mirada. La que no corresponde con tu deseo. Me dices con mirada insatisfecha – No puedo, somos amigos, no quiero arriesgar una amistad. No quisiera ponerme en una posición en la que pudiera lastimarte –. Por un momento creo tienes razón. Y te contesto como experto en el tema – Jamás nos lastimaríamos, nos conocemos. Somos incapaces de hacernos daño. Nos sabemos todo. Nos tenemos confianza. Nos brindamos seguridad. Nuestro amor siempre ha sido puro. Jamás nos hemos herido. Jamás podríamos hacernos daño –. Nos quedamos en silencio. Sabes que hay verdad en lo que digo. Contestas con sensatez – No, somos amigos, quiero que sigamos siendo amigos –. Acepto tu decisión. No me quedo satisfecho. Te haré entrar en razón con el tiempo. Sabrás que lo de hoy no es causa del alcohol. Te darás cuenta que soy tu destino. Simplemente no lo sabes.

Había olvidado estar tan alcoholizado. El valet ha traído mi coche. En verdad resulta difícil manejar. Lo cual se vuelve más divertido. La noche convierte la calle en pretexto para probar velocidad. El frío es punzante. Me agrada. Bajo las ventanas. Hemos llegado a tu casa. Te miro. Silencio. Preguntas qué. Solo contesto lo bien que he disfrutado estar juntos. Respondes que tu también. Nos despedimos de beso. Beso de amigos. Mis labios intentan buscar los tuyos. Tú tratas de evadirme. Giras tu cabeza. No del todo. Me tientas. Nuestros labios se tocan parcialmente. No querías besarme. Tampoco deseabas impedírmelo. Me sonríes con inseguridad. Parecemos adolescentes. Te bajas del coche y te despides. Te vas pensando que el alcohol casi ocasiona una locura. Me voy pensando que mañana te haré ver de tu destino. El cual se nos ha revelado en un vaso. En una noche. Tú lo sabes. No quieres aceptarlo. Con el tiempo lo harás. Con el tiempo tendré ese beso de todos tus labios. No tengas miedo. Jamás nos haremos daño. Somos amigos.

No hay comentarios.: